Otro empate que sólo sirve para mantenerse arriba

Este domingo por la tarde, en el marco de la 7ª fecha del Torneo Apertura de la Liga Rafaelina de Fútbol, en la cancha auxiliar Nº 3 del predio del Club Sportivo Ben Hur, el local igualó sin goles ante Quilmes en uno de los juegos más atractivos que traía la previa de una nueva jornada doméstica. El gran ganador de esta tarde fue 9 de Julio que, tras haber ganado su respectivo compromiso ante Atlético, alcanzó a estos dos rivales en lo más alto de las ubicaciones. Al cabo de los 90 minutos quedó la sensación de que el dueño de casa mereció mejor suerte, aunque Quilmes dispuso del terreno en el complemento como para ganar de contra golpe pero nunca supo cómo sacarle rédito a esa ventaja.
El partido
Como anunciábamos en los días anteriores, este duelo traía mucha expectativa a propios y extraños ya que se medían dos de los equipos que vienen marcando el rumbo en la actual competencia pero que llegaban al mismo con parecidas, no iguales tal vez, obligaciones, ya que la victoria de 9 de Julio ante Atlético el lunes pasado en el único adelanto, hizo retroceder a estos dos rivales de turno un casillero en la tabla de méritos, de ahí la presión, bien entendida, de recuperar terreno en lo más alto de las ubicaciones. La espera por este enfrentamiento se hizo esperar mucho, demasiado, pero por factores externos como las inclemencias del tiempo que por fin dieron tregua en los últimos días. Ambos entrenadores pergeñaron una y otra vez un partido que se jugó más veces en la cabeza que en el campo.
Flojo primer tiempo
En la remozada cancha Nº 3 donde se observan claramente los trabajos que realizó la institución del sur para ensanchar las medidas de la misma, pero que sin embargo sufrió los avatares lógicos de la fecha de Inferiores del día anterior, el partido comenzó con cierto vértigo de parte del local, que se paró en terreno antagonista intentando imponer su personalidad debido a su condición. Pero esa intensión duró pocos minutos; la defensa de Quilmes, con Muriel y Semino como estandartes, acomodaron esa última línea rápidamente y paulatinamente a la BH se le fue hacia cada vez más cuesta arriba, desde el medio campo hacia adelante, poder generar juego. Noriega era obligado a moverse lejos de su hábitat y tanto Escalada por derecha o Pavetti por izquierda tenían complicaciones para proyectarse con libertad por sus bandas. Scarafia e Isaurralde contenían el avance local, lo que, al mismo tiempo, impedía el crecimiento en ofensiva. Por su parte, Weissen y Caglieris también quedaban muy lejos del arco de Pagliero y entonces el partido se hacía pesado para los ojos del espectador que acompañó en un muy buen número a ambos equipos. La primera, y casi única, jugada de peligro de ese primer segmento fue para los de Kestler. La pelota quedó picando en el borde del área sin que puede ser despejada por la retaguardia cervecera; el que estuvo atento fue Escalada que sacó un remate muy difícil que exigió una notable respuesta de Astrada. Quilmes respondió con Caglieris primero y con Juani después pero las definiciones, ni de uno ni de otro fueron buenas y por eso se diluyeron. Los 45 minutos iniciales esfumaron entre ilusiones y deseos, porque desde lo futbolístico ambos quedaban en deuda para el complemento.
El segundo tiempo
El comienzo de la segunda mitad fue similar a la primera. Ben Hur se adelantó en el terreno y puso en aprietos a Quilmes. Los aportes de Nacho Forni y Sola en el mediocampo hacia las bandas desnudaban algunas falencias en el Cervecero. Pero siempre el hombre más peligro de la BH era Noriega. El cordobés fue quien sobre el cuarto de hora de este tramo estrelló un disparo en el travesaño, el segundo del Lobo en la tarde, lo que provocó que Ben Hur ganara en confianza y empiece a merecer mejor suerte, pero las decisiones en el momento culmine no eran las adecuadas. El partido se planteaba para la contra del elenco de Rudi porque los del sur jugaban muy adelantados dejando mucho espacio a sus espaldas que eran una tentación constante. Los minutos se consumían y el saber que el empate a Ben Hur le dejaba sabor a poco desgataba más las piernas de sus jugadores. El pitazo final de Pérez fue más un alivio para Quilmes ya que logró cosechar un punto importante de visitante ante el único invicto que mantiene la categoría. El Lobo, por su parte, ya acumula 4 partidos consecutivos sin victorias, aún lo mantiene en lo más alto los triunfos hilvanados en el comienzo, pero la respiración de los contrarios ya se siente sobre la nuca y deberá cambiar algunas cuestiones si quiere aspirar a quedarse con el Apertura.

BEN HUR: 0
Emanuel Pagliero; Gustavo Mathier, Ezequiel Kinderknecht, Luciano Kummer y Maximiliano Pavetti; José Escalada, Leandro Sola, Ignacio Forni (Joaquín Castellano) y Nicolás Musso (Pablo Palomeque); Brian Noriega y Brian Aguirre (Ramiro Contrera). Sup: Tomás Acosta y Nicolás Besaccia. DT: Andrés Acosta.

QUILMES: 0
Matías Astrada; Eduardo Isaurralde, Sebastián Muriel, Franco Semino y Cristian Suárez (Facundo Parra); Enzo Peralta, Facundo Manassero, Andy Fabre (Javier Farías) y Mario Scarafía; Denis Caglieris (Axel Blanco) y Juan Ignacio Weissen. Sup: Marcos Moyano y Andrés Valiente. DT: Héctor Rudi Viotti.

FUENTE: Castellanos.

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